Feria de Alimentos de La Cámpora, en Boedo.

El sábado 16 de abril, en nuestro querido barrio de Boedo, tuvimos una nueva oportunidad de acercarnos a los vecinos y las vecinas del mismo, a través de la Feria de Alimentos que organizó La Cámpora. Al inicio de la jornada, transmitimos el motivo por el que decidimos impulsar esta iniciativa y, luego, abrimos el espacio a una puesta en común de opiniones sobre este tipo de actividades y sobre las razones que habíamos mencionado al comienzo.

Somos conscientes de la brecha considerable que los formadores de precios generan entre el primero y el último eslabón de la cadena de comercialización. Es decir, entre el productor y el consumidor. El precio del producto para el consumidor termina resultando elevado, en los casos más notorios, hasta 250 veces respecto del importe que recibe el productor por su comercialización. Varios factores contribuyen a dicho aumento. Básicamente son: el notorio aumento de los precios de los alimentos básicos a nivel internacional y la especulación de los sectores más concentrados de nuestra economía, que se sirven de la creciente expansión de la capacidad de consumo de nuestro pueblo para, así, incrementar los precios expuestos de los productos de consumo diario, aun cuando no sufren ni trasladan costo adicional alguno sobre el valor final.

Sabemos que el Gobierno Nacional ha gestionado importantes medidas que siguen contribuyendo a contrarrestar el proceso de incremento de precios. Entre ellas, podemos nombrar desde las políticas de control de la facturación de distintos servicios, pasando por el cobro de retenciones a la exportación, hasta la implementación de subsidios a sectores clave (educación, transporte, etc.) Ya que también podemos utilizar otras herramientas que tenemos a nuestro alcance, en Boedo, La Cámpora acercó al barrio una variedad de alimentos recibidos directamente desde pequeños productores de Mendoza y que pudieron llegar a nuestros vecinos y vecinas a precios notoriamente más convenientes que aquellos a los que acceden habitualmente. De este modo, contribuimos a que su capacidad de consumo de servicios y de otros alimentos se incremente, a que se moderen los precios formados por la cadena de comercialización tradicional y a que todos tomemos conciencia de que, contra todas las operaciones político-mediáticas que pretenden opacar la acción del Gobierno Nacional, la inflación es responsabilidad del empresariado que se aprovecha de aquellos dos factores que mencionamos para incrementar, innecesariamente, los precios. La inflación, lejos de constituir un punto débil de las políticas nacionales y populares del proyecto que conduce la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, denota la intencionalidad de sectores que especulan a partir de algo que constituye un éxito del Gobierno Nacional: una cada vez mayor masa salarial volcada al consumo e integrada en un modelo de país redistributivo y, por ende, más justo.

No hay que esforzar mucho la memoria para recordar aquellos saqueos a supermercados con que concluían ciertas políticas, diametralmente opuestas a este proyecto que hoy defendemos. Ahora, estamos organizando actividades para contrapesar la especulación de un empresariado que se sirve de un consumo cada vez mayor por parte del pueblo, para aumentar los precios. La enorme distancia conceptual, política y económica entre un momento y otro, sumada al mutuo aplauso que nos brindamos con los vecinos y las vecinas del barrio, nos da una razón que vale la pena poner en juego. Con orgullo llevamos la misma bandera que Néstor y Cristina, desestimando un modelo de país en el que la economía de unos pocos dirija un modo de hacer política que nos perjudique a casi todos y pasando a integrar un proceso de transformación de la Argentina en que el modelo político de país que queremos determine el camino que deba seguir la economía nacional y en el que todos resultemos beneficiados.

Los vecinos y las vecinas que se nos acercaron agradecieron la iniciativa de La Cámpora. Nosotros, por el contrario, les dejamos nuestro agradecimiento por su participación, sus opiniones favorables y porque son parte indispensable del país que soñamos y que está siendo una realidad efectiva. A todos y a todas, nuevamente, muchas gracias.