El pasado jueves en una jornada de sol, militantes de las comunas cinco y tres se hicieron presentes en el edificio de lo que hoy es la ex ESMA. Esta vez acompañados por niños, quienes fueran los protagonistas, que levantando la bandera de la alegría llegaron al Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti para disfrutar de una obra de teatro musical infantil, que en el marco de las vacaciones de invierno, privilegia a los más chicos, permitiendo el juego y las risas en un lugar tan significativo para nuestra historia, un lugar en el que en aquellos años negros de la Argentina dominaba la maldad (como se les explicaba a los chicos), donde se censuraba cualquier expresión de alegría y libertad, donde fueron robadas vidas e identidad.
Y los protagonistas fueron ellos, los niños que de alguna u otra manera junto a sus familias participan de actividades que se realizan en los locales, o simplemente vecinos, que convocados por una propuesta de salir en vacaciones son partícipes de una actividad llena de vida, con lo que eso implica en un espacio en donde se atentó tanto contra ella. Ellos se divirtieron, jugaron, corrieron interactuaron entre sí como lo harían en cualquier espacio pero con la consciencia de hacerlo en una estructura resignificada, en la que su sentido de ser fue transformado, por parte de quienes han militado la búsqueda de justicia y memoria y lucharon por recuperar la identidad de sus seres más queridos. Por eso la transmisión de un mensaje de consciencia, de que hoy se pueda de disfrutar de expresiones culturales, se pueda jugar, conocer y aprender en lo que fue un centro clandestino de detención del cual hay muy pocos sobrevivientes y que hasta quiso ser demolido borrando cualquier huella que permitiera el alcance de la justicia y de recuperación de la identidad de tantos bebés que allí nacieron.
Sin duda que no es tarea fácil explicar a niños de entre ocho y trece años lo ocurrido allí, ya que se trata de historias manchadas de sangre que figuran las caras más miserables de quienes hayan sido sus responsables, y si bien el uso de las palabras correctas es importante para emitir un mensaje concreto y comprensible lo más importante aquí es hacerlos saber del valor de la construcción de un espacio para la memoria, ser conscientes de lo sucedido allí como parte de nuestra historia y continuar con esa transformación legada por quien el 24 de marzo de 2004 supo revertir su significado, quien fuera nuestro ex presidente Néstor C. Kirchner que por decisión política, convicciones ideológicas en representación de un Estado democrático y pidiendo disculpas en representación de ello a la sociedad toda convirtió la Escuela de Mecánica de la Armada en un “Espacio para la memoria y la promoción y defensa de los Derechos Humanos”.
Por eso en defensa de la alegría nos reunimos allí, defendiéndola como un derecho, dándole piedra libre al juego, a las risas, mirando hacia el futuro, comprendiendo nuestra responsabilidad y transmitiendo los valores que una sociedad con Justicia Social imploran. Teniendo memoria siempre, para que nunca más vuelva a suceder.
Agradecemos las siguientes fotos a la compañera Daniela Rodríguez:
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