Cine nacional a cielo abierto & Sorpresas

El SABADO 14/01, a partir de las 19 HORAS, LA CAMPORA COMUNA 5 convoca a las familias a participar de un nuevo encuentro en la PLAZA BOEDO - Carlos Calvo y Sanchez de Loria – en el que se proyectará la película UN CUENTO CHINO*

En esta oportunidad los invitamos a disfrutar de un atardecer de cine nacional a cielo abierto, con algunas sorpresas que preparamos pensando en la importancia que es poder darnos éste encuentro en un espacio por el que Boedo batalló tanto, como simbolismo de volver a lo mas arraigado de la cultura porteña: los vecinos, el mate, la charla, las risas compartidas, los chicos jugando, los mas grandes conociéndose y todos dejando así un granito de arena a la preciada libertad inclusiva que toda sociedad creciente necesita.

Es así como se puede ir sanando la tristeza que tiño el logro de obtener la Plaza, cuando el gobierno de la Ciudad decidió levantar allí el CGP que convivirá con las actividades lúdicas que nuestros niños pueden disfrutar, aun teniendo en cuenta el ritmo que implica una oficina de esas características y entendiendo la carencia absoluta de espacios verdes en la zona.

“Las callecitas de Buenos Aires tienen ese no se que…” reza el tango… Éste sur romántico, ADN del porteño, testigo e inspirador de los tangos clásicos y las anécdotas malevas que musicalizaron las décadas de oro de nuestra cultura, entre carnavales y mate en la puerta de casa, hoy se pone de pie junto a los árboles para que volvamos a la esencia de los barrios con el sentimiento firme de no liberar las zonas a aquellos que no les gusta celebrar los encuentros populares.

Son tiempos históricos y que resignifican en la justa medida nuestra historia como pueblo, eternizando un halo feliz que será huella de profundización. Por eso comprendemos que salir a la calle juntos a compartir éste presente inolvidable para el crecer de la patria, tiene como punto de partida el recuperar el espacio público y demostrar que los miedos al aire libre los imponen como muros y no como solución a sus propios temores que, no son ni mas ni menos, que la capacidad de transformación que se logra cuando el pueblo se reúne feliz.